Me tiro
al vacío...
hago de
este risco cuenta regresiva
y miro
el verde del bosque
cada
vez más verde,
y miro
como quedan las rocas,
una
tras otra
siempre
pecando de inertes
de
inmóviles fantasmas
que
quedan olvidadas.
En la
cima de esta roca
que se
encuentra aquí
desde
hace varios siglos:
desde
antes de mi abuelo
y el
abuelo de mi abuelo
desde
antes de que el hombre
fuera
hombre
desde
antes que el tiempo
tuviera
medida
lo
suficientemente antes
para que
enmudeciera
y
perdiera la memoria.
Y doy
un pequeño salto
caigo
al vacío de un solo brinco
eternamente
largo:
decido
vivir el clímax de la vida
en
picada, sin freno,
asegurando
el destino.
Siento
sin escatimar:
adrenalina
corriendo contra el viento,
pensamiento
agobiado
por escuchar
la nada,
volverme
sensible
al
momento del impacto
y saber
lo que es encontrarse
con el
final destino.
Todo esto
solamente para buscar
dejar
de morir mi vida
para comenzar a vivir mi muerte.