Banda, les traigo una narración después de mucho tiempo, espero les guste y sigan optando por este blog que hago con todo el gusto, algo austero y tal vez hasta olvidado por falta de post, pero por necesidades personales que me hacen alejarme de este rincón de locuras y perdiciones. Se los dejo y espero les guste.
El libro
de “El vicio de la soledad” fue todo un éxito, si bien el primer mes solo se
vendieron tres ejemplares, poco a poco fue incrementando, ya para el primer año
llevaba cerca de doscientos cincuenta ejemplares. Como se puede ver estaba lejos de ser un Best-Seller,
pero se fue posicionando como un libro de culto, de poesía moderna que había
revolucionado (como en su momento lo hizo Baudelaire), la poética y belleza de
la literatura contemporánea.
Sin
embargo, a los cinco años de su primera edición y después de cuatro
reimpresiones dejó de venderse el libro. La razón es muy simple, tuvo la
maldición de “el guardián entre el centeno”, con la única diferencia que con “El
vicio de la soledad” no falleció ningún cantante famoso. Para el que no esté
informado de este hecho relataré lo sucedido:
Sobre
el verano del cuarto año del libro se produjeron tres casos donde se cortaron
tres vidas; dos de ellos suicidios al norte de México, ambos eran casos de
adolescentes que tenían gusto por la lectura, aunque cada uno con sus
respectivas peculiaridades, de ninguno interesa su nombre.
De
acuerdo a las investigaciones el primer chico sufría de bulling por cuestiones
físicas ya que era obeso y bajo de estatura, lo que lo hacía un blanco fácil para
las burlas, era retraído social, tenía un gusto muy intenso hacia bandas
Grounge y Punk, por lo que no era de extrañar que entre sus bandas favoritas
estuviera Nirvana y el trágico episodio de Cobain fuera para este chico una
especie de religión y karma que lo llevó a tener rasgos psicóticos tratando de
encontrar una personalidad proyectada bajo los estándares depresivos del cantante norteamericano.
Lo
importante es que falleció después de leer las primeras páginas del libro, se
sabe eso ya que a la hora de encontrar su cuerpo había un separador en la
página quince en el libro que se encontraba en condiciones de recién abierto.
Su
muerte sucedió el trece de junio de 2010, al parecer le acababan de dar las
calificaciones de sus clases y el resultado había sido repetir año, tenía una
cita con su novia, la cual nunca llegó al encuentro y vagando por las calles
céntricas de su ciudad entró a un Mixup donde compró dos discos: “Lies” de Guns
and Roses e “In Utero”, de Nirvana. Según las últimas personas que lo vieron,
también pasó a una librería, de donde salió con otros dos tomos: “La tristeza
de Papá Sabino” y “El vicio de la soledad”.
Al
encontrar el cuerpo estaba puesto el disco In Utero en su estéreo y el libro
que nos atañe en su escritorio, los otros dos quedaron sellados.
Al
llegar la policía encontraron su cuerpo en posición fetal, una carta
indescifrable al lado del libro abierto y un lapicero de punto medio junto a
una pata de la silla, frente al escritorio, bañado de rojo sobre la alfombra
gris, se dice que parecía lamentarse y como si hubiera decidido suicidarse con
su dueño, el que lo usó para despedirse (si es que eso hacía en la prácticamente
ilegible carta).
El
segundo caso sucedió a dos días del primero, cuando el dato del libro recién
abierto estaba entre una serie de hechos sin simbolizar nada para el caso.
En
esta ocasión la suicida, de acuerdo a los reportes policiacos venía saliendo de
una fiesta de graduación, una mala noche en que su pareja la engaño metiéndose
a la cama con otra chica, una noche en que la luna se encontraba en fase de
“llena”, sin saber cómo, logro entrar a un complejo industrial en estado de
ebriedad, donde se dejó caer de lo más alto, golpeándose la cabeza a mitad de
la caída con una viga parte de la estructura, más abajo fue chocando hasta que
cayó al piso, ya inconsciente. Se dice que el hecho sucedió cerca de las 3 am.
El cuerpo fue encontrado cerca de las 7 de la mañana. Cuando comenzaban a
llegar los trabajadores del complejo.
Al
recoger sus cosas encontraron en su bolso el libro que se dice tiene que ver
con la decisión.
El
libro estaba recién abierto, en la parte de atrás le habían escrito cosas
obscenas que no valen la pena ponerlas aquí, dos hojas rotas y un separador tan
sólo después del tercer poema, en la página siete.
De
acuerdo a la autopsia la chica estaba en estado de ebriedad, también drogada,
no se dio a conocer bajo que sustancia se encontraba.
La
chica, al parecer de buen estrato social (se encontró aparcado fuera del
complejo un Mustang y las llaves en el bolso de ella, junto al labial, un
celular de última generación, un espejo y el susodicho libro).
En
todo caso, el cuerpo, con el rostro adolorido, mantenía una sonrisa en el
rostro.
El
tercer suceso es, aunque el más famoso, también de los más comunes, sucedió en
el Sur de Estados Unidos de Norteamérica, en una Hig schooll donde un
adolescente mató, con un arma corta a dos profesores, al director, seis
compañeros de clase y posteriormente se suicido.
El
caso fue tomado como el de un chico más que gustaba de bandas de metal,
antisocial y como en el primer caso, de haber sufrido bulling, al revisar su
casillero lo encontraron vacío a excepción, nuevamente, del libro y notas
suicidas escritas en sus márgenes.
Estas
historias, si bien se encuentran como datos curiosos sobre éste libro, no son
necesariamente causa del mismo. Es obvio comprender que un sistema completo es
lo que llevó a estas personas a cometer tales actos, sin embargo, este sistema
es el mismo que facilitó al autor escribir su libro, así como Salinger fue
víctima de mitos y objeciones sobre el suyo, él pudo sobrellevarlo y hasta la
fecha se puede conseguir. Sin embargo por cuestiones curiosas, el de este
escritor mexicano fue retirado del mercado y ha quedado como un mito urbano.
No lo sé,
tal vez se encontraban en el mismo punto universal los chicos fallecidos,
debido a aquello del movimiento de rotación y traslación del planeta, y
entonces el libro no fue el culpable sino el mismo universo.
A lo
mejor, en la suma de las carencias y soledades, una lupa puede hacer que se vea
el fin de la vida en situaciones extrañas como una forma poética-patética de
terminar con esto y darle un poco de estética y arte a un suceso que culmina
una vida más.
Tal
vez Borges tenga razón y estemos destinados a repetir historias del siglo
pasado.