POR NOSTALGIA

Si, se que les debo una entrada, no se preocupen ya esta en post production y la otra ya se va vislumbrando, por mientras les diré que tendremos a nuestro primer invitado en este blog, así es, tendremos una entrevista con un personaje un tanto peculiar...
Por otro lado, tengo que sacar mis demonios y precisamente en una de mis primeras entradas dije que este sería un lugar para hacerlo así que dejaré ir lo que tengo que sacar:


CONSEJOS PARA NUNCA ENAMORARTE

1.- nunca conozcas a una chica distinta de las que has conocido, si la llegas a conocer, huye.
2.- Nunca veas a los ojos a un prospecto de ligue.
3.- Nunca dejes que exprese lo que siente.
4.- Si te apetece robarle un beso, robalo, mejor que te de un buen golpe a que tengas que dártelo tu (y esos no dejan moretones).
5.- Nunca aprecies su perfume, es parte de su alma.
6.- No le saques fotos, será más difícil dejarla ir.
7.- No escribas consejos, nunca sirven.
8.- No sirve de nada que te defiendas, el resultado es inminente.
PD.- es horrible que no sea correspondido, más aún tener que dejarla, pero toma en cuenta que la sombra de un beso arrinconado en tu memoria, te acompañará el resto de tus días, y más si le sigues amando.

-sin lugar a dudas necesito ayuda y mi ordenador en estos casos no sirve.

ANALOGÍA
Comienza a sonar Highway to hell en mi cuarto, el tren se escucha a lo lejos con su peculiar sonido, atravesando la ciudad, con sus cientos de engranes, mutilando a los oídos más cercanos, como un amor que se queda encerrado en la memoria, y a determinadas horas, vuelve a pasar por todo tu ser, con su humareda y ruidos, siempre por los mismos rieles, la misma cansada ruta que no deja de remorder a una ciudad cansada, que la pinche vieja máquina que no la deja olvidar su pasado.
El metro, por otro lado es silencioso, no hace ruido, pasa cada pocos minutos y si no tomaste uno puedes esperar al siguiente, este, al menos, tiene dos rutas, comunican a mas lugares, conectan más cosas. Sin duda es el logotipo ideal para esta época y para cualquier persona: tantas personas pasan en su vida en tan poco tiempo que si alguna se te va, puedes tomar la que viene, siempre silenciosa, sin muchos estragos, estéticamente bonito, aerodinámico para noches de corta duración.
Por otro lado, el tren se muestra siempre más lento, más ruidoso, o si se quiere ver así, más romántico, con su frente estéticamente incomodo, medio oxidado y viejo, con su porrito sobre la cabeza (hasta viciosa salió la pendejada). Aún así; siempre presente. Si esta ciudad no puede olvidarse del tren…
¿Cómo madres pretendo olvidaré yo de ti?